Cuando nosotros realicemos dichas actividades tenemos que tener en cuenta, que deben adaptarse a la edad de los participantes. Hay que hacerles saber quien tiene el liderazgo que este caso lo tiene el profesor y que las normas y la forma de jugar se tienen que ir aprendiendo durante el juego. No hace falta explicar nada antes de jugar y perder en ello mucho tiempo, simplemente se trata de empezar a jugar y poco a poco los niños se irán acostumbrando e irán pillando la manera de jugar.
Hay una serie de factores que son importantes a la hora de realizar un juego:
• Posición inicial
• Referencia óptica
• Línea imaginaria: (imaginarnos que hay una mesa de metacrilato debajo de nuestras manos y que ella podemos golpear.
• Figuras: arriba-abajo (plomada), cruz y triangulo.
• Pulso
• Anacrusas: normal, métrica, vircosisticas.
• Relaciones.
• Calderón.
Director de orquesta.
Los alumnos se colocarán en un círculo y el director, la persona que lleve el liderazgo hará que estiren los brazos con las palmas abiertas hacia abajo. Cuando ya estén en esa posición, el director subirá los brazos a alturas determinadas y los alumnos le tendrán que imitar de la misma manera y al mismo tiempo, Al bajar los brazos, los alumnos tienen que imaginar que tienen una mesa de metacrilato debajo de sus manos de la que no pueden pasar. No pueden bajar los brazos más de lo que la mesa imaginaria o línea imaginaria les permite. Una vez compruebe el director que los alumnos se han familiarizado con el juego y lo saben realizar, el liderazgo podrá pasar a tenerlo uno de ellos y los demás deberán seguirle a él. Una variante para este juego es la utilización de palabras como por ejemplo hacer varios grupos de alumnos que digan distintas palabras que suenen de una manera parecida. El ejemplo que hemos hecho ha sido varios grupos de personas, cada grupo decía una palabra que el profesor le dijese Prusia, Rusia, Fucsia, cada vez señalará a un grupo o a varios dependiendo de la cantidad de voces que quiera que se junten. Si lo desea podrá aumentar la intensidad de dichas voces subiendo lo mano para que suenen con más volumen o bajándola para que suene más bajo.
Pasa la palmada.
Para este juego, como en el anterior, nos colocaremos todos en circulo y le diremos al compañero que tenemos a nuestra derecha “Pasa la palmada” acompañado por una palmada nuestra, nuestro compañero tiene que dar una palmada y pasársela a su vez a su compañero de la derecha y así sucesivamente con todos los alumnos que haya. Cuando llegue nuevamente al profesor y este vea que se ha entendido el juego y que todos sus alumnos lo han interiorizado, entonces y sólo entonces, es cuando se pueden empezar a meter variantes. Una de ellas puede ser 2 palmadas = cambio de sentido
(cambia el sentido que estuviera siguiendo la palmada), otra puede ser cambiar de palmadas con las manos a pisotones con los pies. En este caso en vez de pasa la palmada diríamos pasa el pie.
Si en algún momento queremos cambiar de manos a pies lo único que tenemos que hacer cuando llegue nuestro turno es dar un pisotón en el suelo y el juego variará. Si queremos volver a las manos haremos la misma operación sólo que esta vez daremos una palmada y continuará siempre en el mismo sentido en que lo hubiésemos dejado anteriormente o en el sentido contrario si en vez de 1 palmada damos 2. La persona que se equivoque será eliminada. Al realizar estos juegos tenemos que adecuarlos a nuestros alumnos por lo que no podemos pedirles a los niños de 3 años que hagan combinaciones tan liosas que no pudiésemos hacer casi ni nosotros mismos.
El diapasón.
El diapasón lo podemos utilizar con los niños haciendo juegos bastante divertidos. Les podemos decir que se tapen los oídos y vamos a ver cómo al ponerles el diapasón en la cabeza su cara cambia radicalmente.
Nosotros no podemos escuchar el sonido que hace el diapasón sin utilizar para ello algo sólido que transmita el sonido. Por eso, al ponérselo en la cabeza estamos logrando que el sonido se transmita hacia los oídos a través de los huesos del cráneo y que por consiguiente los niños lo oigan aunque no se lo pongamos directamente en el oído. Al hacer este juego podemos incluir variantes como por ejemplo decirles que se tapen los oídos y en vez de ponerles el diapasón en la cabeza les pondremos un dedo, ellos no van a oír el diapasón y nosotros haremos como que eso es algo muy extraño, que todo el mundo lo oye… Así estaremos un rato hasta que por fin les digamos – a ver, vamos a decir unas palabras mágicas y luego soplaremos a ver si va – Una vez que haya soplado le pondremos el diapasón en la cabeza y dejaremos que lo escuche.
Si quisiéramos hacer una Unidad Didáctica sobre diapasones la podríamos llamar: Dando LA nota, puesto que la nota que da el diapasón es el LA.
Además de esto también se pueden hacer más variantes haciendo que un niño ponga el hueso de su muñeca en la oreja de otro y al poner nosotros el diapasón en el codo del primer niño, el que tiene en la oreja la muñeca del compañero lo oirá. Y así con rodillas, pies, dedos etc…
Yo personalmente no conocía la cantidad de cosas que se podían hacer con el diapasón y lo que menos me pensaba es que hubiese juegos para poder realizar con los niños. Pero ahora que lo veo me parece una buena forma de enseñar y de sumergir a los niños en el mundo de la música que tan necesario es en esas edades.
Todas estas actividades expuestas anteriormente favorecen la concentración, la atención, la coordinación, los reflejos, la memoria y la rapidez de los alumnos.
